Ecoansiedad

Cada vez más personas llegan a consulta con una sensación constante de preocupación por el futuro del planeta. No es simple tristeza, ni una preocupación pasajera. Es un malestar profundo, persistente, que afecta al sueño, al ánimo y al día a día. Es lo que llamamos ecoansiedad: un miedo crónico relacionado con la crisis climática y el deterioro ambiental.

Como profesional de la terapia psicológica, he acompañado a muchas personas que sienten esta angustia ante el cambio climático. No se trata de negar la realidad ambiental, sino de encontrar formas de cuidarnos emocionalmente mientras nos enfrentamos a ella.

¿Qué es la ecoansiedad?

La ecoansiedad no es un trastorno mental en sí mismo, pero sí es un fenómeno emocional real y válido. Se caracteriza por un sentimiento constante de ansiedad, impotencia o tristeza frente a la situación ecológica global.

Quienes la experimentan suelen tener pensamientos como:

  • “¿Qué futuro nos espera?”
  • “No importa lo que haga, no es suficiente.”
  • “¿Vale la pena hacer planes si todo está en riesgo?”

A menudo, esta ansiedad viene acompañada de culpa (por no hacer “lo suficiente”), irritabilidad, insomnio o sensación de bloqueo.

¿Quiénes la sufren?

La ecoansiedad puede afectar a cualquier persona, pero suele aparecer con más intensidad en:

  • Jóvenes muy concienciados con el medio ambiente.
  • Personas que trabajan en áreas relacionadas con la sostenibilidad.
  • Personas con alta sensibilidad emocional.
  • Padres y madres preocupados por el futuro de sus hijos.

La constante exposición a noticias alarmantes, imágenes de desastres naturales o datos científicos impactantes puede intensificar estos sentimientos.

¿Por qué es importante atender la ecoansiedad desde la terapia psicológica?

La ansiedad, cuando se mantiene en el tiempo sin herramientas para gestionarla, puede afectar profundamente a nuestra calidad de vida. En el caso de la ecoansiedad, este malestar no siempre se entiende ni se valida, lo que hace que muchas personas la vivan en silencio.

Desde la terapia psicológica, trabajamos para:

  • Dar espacio y nombre al malestar: poner en palabras lo que sentimos ya es un primer paso de alivio.
  • Diferenciar entre preocupación útil y paralizante: no se trata de ignorar la realidad, sino de aprender a vivir con ella sin que nos consuma.
  • Recuperar la sensación de agencia: identificar qué cosas sí están en nuestras manos y cómo actuar de forma coherente con nuestros valores sin caer en la desesperanza.
  • Cuidar la salud mental como parte del compromiso ambiental.

Cuidarte emocionalmente también es una forma de cuidar el planeta. Nadie puede sostener una lucha constante si se deja a sí mismo para el final.

Estrategias prácticas desde la terapia para gestionar la ecoansiedad

Aquí te comparto algunas herramientas que suelo trabajar en consulta para ayudar a manejar este tipo de ansiedad:

1. Reconocer el malestar sin juzgarlo

La ecoansiedad no es exagerada ni irracional. Es una respuesta humana a una situación real. Validar esa emoción es el primer paso para gestionarla.

2. Poner límites a la sobreexposición

Estar constantemente leyendo noticias negativas puede saturarte. Aprende a dosificar la información y elige bien tus fuentes.

3. Conectar con acciones concretas

En lugar de intentar abarcarlo todo, enfócate en pequeños cambios coherentes con tus valores: reducir el consumo, participar en una iniciativa local, apoyar proyectos sostenibles.

4. Buscar comunidad

La soledad agrava el malestar. Compartir lo que sientes con otras personas que entienden tu preocupación puede ayudarte a sentirte acompañado y con más fuerza para actuar.

5. Trabajar el autocuidado emocional

Incorporar espacios de descanso, conexión con la naturaleza y actividades placenteras no es huir del problema: es darte recursos para sostenerte.

6. Cuestionar el perfeccionismo ecológico

No tienes que hacerlo todo bien ni cargar con la responsabilidad del planeta en tus hombros. Desde la terapia, aprendemos a convivir con la imperfección sin dejar de actuar.

Un espacio para sostener la esperanza

Vivir con ecoansiedad no es fácil, pero no tienes que hacerlo solo. Si sientes que el miedo ambiental te sobrepasa, que te cuesta disfrutar del presente o que vives con culpa constante, la terapia psicológica puede ayudarte a encontrar calma, sentido y dirección.

En consulta, trabajaremos para que puedas sostener la mirada hacia el mundo sin perderte a ti mismo en el camino. Porque sentir miedo por el futuro también es señal de que te importa, y eso ya habla bien de ti.

Si quieres saber más sobre cómo te puedo acompañar en este proceso, te invito a visitar mi página web: Alejandro Psicología.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *